Una, dos y tres

Un apretón en la cintura,
un roce en la rodilla,
estremecimiento(s)!
Me tocaron y me emocioné,
me excité...
más tarde, me enamoré.

Hay más de un hombre que conmigo siente placer,
que junto a mí hace planes a futuro,
que sueña conmigo,
que por mí siente miedo.

Hay más de un hombre que conmigo
se pregunta si realmente lo amo,
si soy completamente suya,
si es suficiente lo que le doy, lo que tenemos.
Se conflictúa,
se enfrenta a su masculinidad,
a lo que significa que otras personas sepan que no es "el único".

Hay más de un deseo en mi vida,
es una linda experiencia,
es placer, es cariño, es pasión...
son los años los que sazonan esta experiencia
y somos nosotras las que han hecho de nuestra relación algo tan especial.
Algo por lo que vale la pena cada respiro.
Por eso estoy segura que lo que siento por él es, y seguirá siendo, puro, mágico, único.
Lo amo, es importante en mi vida.

Hay más de un deseo en mi vida,
es una linda experiencia,
es placer, es cariño, es pasión...
es algo nuevo, es reciente,
puede volverse algo hermoso, algo mágico.
Cada uno de -los pocos- momentos han sido especiales y, también, algo único.
Le quiero, es importante en mi vida.

Pero cómo aceptar que algo puede ser doble y único a la vez?
Cómo explicar que estos sentimientos no compiten entre ellos?
No basta con saber que yo no los hago competir?
que en mí no compiten mis sentimientos, por el uno o por el otro?
que en el mismo minuto puedo querer a ambos?
A veces pienso en uno, a veces en el otro.
A veces tengo ganas de uno, a veces del otro...
y a veces de ambos.

Hay momentos en los que pienso en uno de ellos y sonrío,
recordando esos momentos a su lado.
Ese momento le pertenece solo a ese alguien y a nadie más.
Es tan íntimo, es entre él y yo.
Es único.

Hay momentos cuando mi cuerpo se estremece en su presencia,
cuando mi cuerpo suda a su lado,
cuando me muerdo los labios pensando en su roce,
deseando sus dedos recorriendo mi cuerpo.
Tocándome la cintura o (y siete años después) la rodilla.
Recordando esos primeros momentos,
ese primer momento en el que supe que él era para mí.
Que ellos son para mí.

Quién es la sociedad para decir que lo que siento no es posible?
Para decir que no puedo querer, desear, amar a dos personas?

No voy a poder decir "solamente tú", lo siento!
Aunque la verdad no lo siento, simplemente porque no es posible.
No más! y no sería verdad decirlo.
Ahora, es verdad, no eres el único,
no pienso solo en ti,
pienso en él también,
lo deseo a él también.
Sueño con sus manos,
sueño con su presencia, lo extraño!

Siendo una soy feliz,
siendo dos soy feliz,
siendo tres soy, también, feliz.
Ojalá quieran seguir siéndolo conmigo,
una, dos y tres veces más.

[No me enamoré solo con el roce, fueron sus palabras, su postura, su forma de vivir... pero el roce definió lo que empezamos a sentir]


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