De mi presencia me despido
De tu ausencia me despido,
de tu presencia me embriago...
sólo dos momentos: para respirar y dejar de hacerlo...
tan unida a ti como separada de mí...
Necesito un sueño eterno,
una gana insaciable que me conduzca a tu vera,
y quizás me ayude a encontrar la mía.
Ganas de lo infinito…
cansancio es el mío
de añorarme
quizás no exista, pero vivo
quizás estoy sin mí
y sigo añorándome.
Cansada sí,
como margarita negra
absorbiendo la luz, y
quedándome con un día sombrío.
Amanezco de noche para no ver mi delirio
sufro en tu dolor huyendo del mío...
ahogada estoy en mis lágrimas,
como margaritas ellas, deshojadas.
Arrastrando mis lamentos
me acerco a tu espalda
con el peso en mis hombros y
despojada de mis alegrías
te hablo al oído...
te cuento:
me he ido.
de tu presencia me embriago...
sólo dos momentos: para respirar y dejar de hacerlo...
tan unida a ti como separada de mí...
Necesito un sueño eterno,
una gana insaciable que me conduzca a tu vera,
y quizás me ayude a encontrar la mía.
Ganas de lo infinito…
cansancio es el mío
de añorarme
quizás no exista, pero vivo
quizás estoy sin mí
y sigo añorándome.
Cansada sí,
como margarita negra
absorbiendo la luz, y
quedándome con un día sombrío.
Amanezco de noche para no ver mi delirio
sufro en tu dolor huyendo del mío...
ahogada estoy en mis lágrimas,
como margaritas ellas, deshojadas.
Arrastrando mis lamentos
me acerco a tu espalda
con el peso en mis hombros y
despojada de mis alegrías
te hablo al oído...
te cuento:
me he ido.
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