Había una vez... hace 9 años...
Decidí dejar mi amor
en el aire, ya que creí que encontraría
curso con tu fe y la mía, luego lo dejé en el mar, pues creí que mis lágrimas y
tu aliento lo llevarían a su destino. Después lo dejé en tierra, pensé que tu
firmeza y mi paciencia le enseñarían el camino, mas me equivoqué. Tu fe no tuvo
la fuerza suficiente, he hizo que se desviara. Mis lágrimas fueron de impotencia
y dolor, no le gustó; pese a que tu aliento intentó guiarlo. Y por último tu
firmeza y mi paciencia se doblegaron haciendo que nuestro amor se perdiera. (Al
menos eso era lo que yo creía)
Por mucho tiempo no
supe hacia donde se había ido. Le pregunté a tu fe y respondió: “No sé”, le
pregunté a tu aliento y dijo: “estoy confundido”. Finalmente hablé con tu
firmeza y nunca respondió. Después decidí dejar de llorar para secar el mar,
creía que nuestro amor era un naufrago, esperando nuestra ayuda, pero erré. También
busqué debajo de cada roca creyendo que estaba jugando y se había escondido,
otra vez me equivoqué. Luego subí a las nubes pensando que seguía andando en
ellas, y tampoco lo encontré…
…Pero ¡Que tonta! No
me percaté que había decidido marcharse, no estaba perdido, ni escondido, estaba
aguardando. Miré hacia ese hermoso cielo que alguna vez vimos –tocamos- y hallé
la nota que dejó escrita con las nubes, las que se reflejaban en el mar de
lágrimas, siluetas que podía leerlas parada desde la tierra. Esta dulce nota
decía:
“Tal vez sea
extrañado, pero tienen que entender que me estoy recuperando, si no regreso con
ustedes, lo haré con almas que tengan fe con la suficiente fuerza, con
aliento decidido para ayudar, firme en sus decisiones y sobre todo, con almas que no se hagan daño.
Firma
AMOR
Lo leí mil veces
hasta que por fin, comprendí: nuestro amor ha decidido marcharse, mi fuerza no
basta, mi impotencia no le agrada y sin tu fe y decisión, jamás regresará.
No te pido que
decidas, ni que hagas el menor esfuerzo, sólo te pido que CREAS, cree en tu
amor, no en el mío, cree en el tuyo y entrégaselo a la persona ideal, si bien
nuestro amor regresará cuando almas justifiquen su llamado, tú podrías ser
una de ellas y yo no la otra, inténtalo
y serás FELIZ.
Yo lo HARÉ
Quien
cree amarte
(Escrito, pensado y sentido el 13 de Marzo del 2006)
Comentarios
Publicar un comentario